Cada pieza nace de mis manos, con el ritmo lo hecho con amor y cuidado. Transformo la plata y el oro, y los combino con piedras naturales hermosas. Elijo cada una, pienso en cada detalle, imagino el resultado, observo, me detengo… y dejo que se revele poco a poco. Así van naciendo las joyas de Semilla Amarilla: pequeños talismanes, únicos, con historia y con alma.